Marcela Martínez
Directora de Estudios City Lab Biobío
¿Sabe usted cuánto tarda en llegar caminando al Cerro Chepe una persona que vive en el sector La Mochita? Más de una hora, si es que logra sortear todas las complicaciones que existen en el Sector Costanera, tales como la línea férrea, veredas en mal estado y 17 kilómetros de tramos sin pavimentación.
Los tres barrios de este sector estudiados por el City Lab Biobío no cuentan ni con facilidades peatonales para lograr una adecuada conectividad, ni con las condiciones de seguridad del entorno que faciliten la caminata. Esto es crítico desde dos enfoques urbanos: proximidad a servicios y caminabilidad.
La proximidad es la cercanía espacial de la población a servicios y necesidades básicas, crucial para una vida urbana eficiente y sostenible, a no más de 15 minutos a pie o en bicicleta. La caminabilidad, en tanto, está dada por la seguridad, comodidad y conectividad, que nos permitirán definir qué tan amigable es tal o cual barrio para el peatón. Análisis desarrollados por el City Lab Biobío han arrojado que la comuna de Concepción es en general un territorio con una alta proximidad a actividades, donde más de un 60% de la ciudad tiene acceso a menos de 15 minutos caminando a salud, educación, y cerca de un 80% a comercio y servicios, pero que tiene puntos críticos en la infraestructura peatonal.
En el Sector Costanera se evidencian las brechas en relación con el resto de la ciudad, pues existe una distribución desequilibrada y un déficit de lugares donde se pueda asistir a actividades culturales, realizar trámites o exámenes médicos. De esta manera, para viajes cotidianos al centro de Concepción, un adulto mayor podría tardar unos 50 minutos en asistir a un control médico en el Hospital Regional, mientras que un viaje entre el sector la Mochita y Cerro Chepe, que implica un cruce longitudinal de los barrios, podría superar una hora de caminata.
Si incorporamos la caminabilidad de los barrios, el análisis de las aceras peatonales en la Costanera revela que es crucial mejorar su composición, pues la ausencia de rutas pavimentadas crea barreras físicas que impiden un acceso equitativo a los espacios públicos, y comprometen la accesibilidad universal.
Usando la tecnología desarrollada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, analizamos el impacto que tendrán 75 proyectos públicos planificados en este sector. Así concluimos que se avanzará en su regeneración urbana, aunque prevalecerá una distribución desigual de servicios públicos y básicos. Miramos con especial atención lo que ocurrirá con los extremos de los barrios Pedro del Río y Pedro de Valdivia, donde la proximidad a equipamientos y servicios seguirá siendo baja. Por ello es fundamental que futuros proyectos cuenten con rutas y cruces peatonales cómodos, seguros y que garanticen la accesibilidad universal, con la finalidad de lograr que los desplazamientos cotidianos no sólo sean accesibles, sino también inclusivos.