Andorra tiene 85.000 habitantes y recibe 8 millones de visitantes cada año. Esa experiencia, así como la gestión turística a partir de la recopilación, cruce y proyección de datos, fue parte del Summit Cities in Transition, el encuentro anual de los laboratorios de ciencias de ciudad de la red MIT organizado por City Lab Biobío, y que tuvo como escenario el Gran Concepción.
Además de las exposiciones que los distintos city labs hicieron ante sus pares y asistentes a la jornada abierta en el Teatro Biobío, este año la cita anual de la red MIT incorporó un trabajo colaborativo en que laboratorios de distintas ciudades de América, Europa y Asia, abordaron cinco desafíos urbanos del Gran Concepción, en conjunto con City Lab Biobío. Durante varios meses, por ejemplo, investigadores del City Science Lab Andorra estudiaron el potencial de las rutas enoturísticas del Valle del Biobío, y durante el Summit estuvieron en Santa Juana compartiendo ese análisis con la comunidad, así como revisando resultados y potencialidades con el resto de los investigadores de la red MIT.
“Es importante saber qué tipología de datos están disponibles. En Andorra trabajamos con datos de telefonía móvil, que se pueden complementar con información contextual, como por ejemplo las búsquedas que una persona hace en internet para decidir un destino, sus movimientos dentro de la ciudad y en qué se mueve, sus compras, donde va más y dónde va menos. La magia surge al mezclar todos estos datos, porque permite modelar el ciclo del turista”, explica Jordi Ascenci, jefe de Tecnologías del City Science Lab Andorra.
El City Science Labs Taipéi también trabajó en este desafío, en el que se levantó la recomendación de impulsar una marca territorial que releve el origen de los productos, así como la urgencia por profesionalizar la recolección de datos y usar la Inteligencia Artificial no solo para entender mejor a los turistas, sino también para anticipar carencias y oportunidades de servicios.
Junto al City Science Labs Shanghái, el laboratorio de Andorra también analizó el desafío urbano de prevención de incendios forestales a través del pastoreo tecnologizado, en el que se analizaron las opciones de autogestión de las propias comunidades utilizando esa tecnología y en coordinación con la autoridad, las tensiones entre incentivos económicos y actividades de prevención, maneras de darle sostenibilidad y escalabilidad a este método, e incluso la opción de impulsar campañas de apadrinamiento de los animales, para generar mayor involucramiento por parte de la población.
Los City Labs de Hamburgo, Gipuzkoa y Guadalajara también estuvieron revisando los desafíos urbanos en movilidad, asentamientos informales y seguridad alimentaria. En el primero de ellos, por ejemplo, se revisaron alternativas para reducir la dependencia al auto y las congestiones en el Gran Concepción, el incentivo de medios de transporte como la caminata, bicicletas o scooters para algunos tramos de viajes multimodales, la necesidad de infraestructura más inclusiva y la digitalización de los modos de transporte con actualizaciones en tiempo real.
“Uno de los aportes de pertenecer a una red de laboratorios urbanos como la del MIT, es la posibilidad de explorar soluciones basadas en la ciencia y datos a urgencias concretas de los habitantes de la ciudad, no solo generando modelos que anticipen el resultado de una u otra decisión, sino también accediendo a la experiencia de otras ciudades que ya recorrieron caminos similares”, reflexiona el director de City Lab Biobío, Fernando Pérez.
Para el director del MIT City Science Center, Kent Larson, el Summit desarrollado en el Gran Concepción “tuvo una energía y entusiasmo de la gente muy especial”, valorando especialmente que City Lab Biobío decidiera dedicar una de las jornadas a un encuentro abierto de innovación, tecnología y ciudad. “El siguiente paso es pensar cómo las personas pueden ver el impacto del laboratorio y, más a largo plazo, apoyar con el uso de datos en proyectos más transformadores como el Plan Regulador Metropolitano. Creo que City Lab Biobío puede ser perfectamente un nodo de innovación en Chile, que transfiera ideas y metodologías hacia otras ciudades, formando una red de innovación chilena con Biobío en el centro”, comenta este arquitecto de reconocimiento mundial.
Durante el Summit Cities in Transition, se anunció además la sede del próximo encuentro anual de la res de city labs del MIT: será en la ciudad de San Sebastián, capital de la provincia de Gipuzkoa en el País Vasco. “Los grandes retos urbanos que estamos analizando nunca se van a solucionar de manera individual, ni desde el gobierno, el sector privado o desde la academia de manera independiente, y en Concepción vimos muy presentes a esos actores, junto a startups y a la comunidad del Biobío. Eso nos ha parecido muy positivo y esperamos replicarlo el año que viene”, adelanta la directora Científica del City Science Lab Gipuzkoa, Zuriñe Varela.
City Lab Biobío existe en el Gran Concepción gracias al impulso y financiamiento del Gobierno Regional del Biobío y la Cámara Chilena de la Construcción, y su funcionamiento es ejecutado por Corporación Ciudades. Para la realización del Summit Cities in Transition se contó además con la colaboración de más de 50 empresas e instituciones, con Entel Digital y Grupo CAP Huachipato como auspiciadores principales.