Miguel Marzolo
Director de Desarrollo City Lab Biobío
La colaboración entre actores es clave para enfrentar desafíos complejos en temas diversos, que de lo contrario pueden transformarse en problemas endémicos. Las alianzas público-privadas han sido vitales en el desarrollo urbano, tanto, que en las últimas tres décadas han permitido inversiones en el país que superan los 25 mil millones de dólares, haciendo posible la realización de obras esenciales en sectores como transporte y telecomunicaciones, entre otros.
Lamentablemente, factores de larga data y otros más relacionados con la coyuntura de los últimos dos años, han generado cierto halo de sospecha en la vinculación público-privada, que ejecutada adecuadamente permite relaciones virtuosas de los gobiernos con otros actores de la sociedad como empresas y organizaciones de la sociedad civil, complementando así sus capacidades para la ejecución de proyectos que quizás serían inviables si no pudieran ir más allá de sus propias capacidades.
El City Lab Biobío, el laboratorio urbano del Gran Concepción financiado por el Gobierno Regional y la Cámara Chilena de la Construcción, ejecutado por Corporación Ciudades, apoyado por las universidades de Concepción, Bío-Bío y del Desarrollo, y coordinado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es un muy buen ejemplo de la mejor cara de las alianzas público-privadas, y su eficiencia depende de que estas se extiendan a más actores, tal como está ocurriendo en la actualidad.
La tecnología de este laboratorio permite transformar datos en información valiosa que refuerce la toma de decisiones en la planificación de la ciudad, al generar indicadores que se proyectan en plataformas diseñadas para la gestión urbana. Por ello es tan fundamental que tanto el sector público como el privado se sumen a esta iniciativa, aportando datos de calidad y contribuyendo a orientar el mejor abordaje a los desafíos urbanos del Gran Concepción.
Convertir la información en conocimiento, y el conocimiento en acción, es una de las orientaciones permanentes del City Lab Biobío.
Dado que ya se están difundiendo sus primeros resultados, junto con avanzar en alianzas con municipalidades, empresas y otras organizaciones, invitamos a más actores a sumarse a este camino que nos permita dejar atrás el trabajo en estancos para avanzar, en colaboración, hacia ciudades más eficientes, sostenibles y humanas.